Dicho esto, comenzaré a narrar la crónica de la clase # 6.
El jueves pasado hicimos una clase expositiva en el SUM de la Universidad de Palermo, donde, divididos por grupos, presentamos oralmente a un personaje y una película sobre la vida del mismo.
Los grupos fueron los siguientes:
Howard Hughess - Película "El aviador"
Frida Kahlo - Película "Frida"
Truman Capote - Película "Capote"
Christopher McCandless - Película "Into The Wild"
Coco Chanel - Película "Coco Chanel"
Ramón Sampedro - Película "Mar Adentro"
Joseph Merrick - Película "The Elephant man"
A nuestro grupo le tocó Mar Adentro, una película que habla sobre la eutanasia. Les dejo aquí el trailer de la misma:
La presentación fue relativamente ordenada, dinámica y duró poco más de 17 minutos. Nos trabamos en algunas partes, pero supimos salir adelante. Particularmente en mi caso, me costó menos que en la exposición oral individual porque me sentí respaldada por mis compañeros; pero aún así, los nervios siempre me juegan en contra: me tembló la voz, me apuré para hablar y repetí algunas palabras.
Hubo un excelente nivel de oralidad en todos los grupos en general. A algunos nos costó más que a otros, pero nos fuimos salvando las papas entre todos.
Comparto con ustedes mi conclusión y crítica sobre la película y el trabajo realizado:
Dice un conocido escritor español que “la muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos.” Mar Adentro es una película dramática que destila emotividad, sentimiento y poesía en torno a una estremecedora historia que conmueve hasta el más impasible.
Amenábar narra la terrible tragedia de un modo sorprendente, y sumado al reparto de actores que interpretan tan bien sus papeles, hacen que las casi dos horas que dura la película, el llanto aflore a más no poder.
Dada la delicadeza del tema a tratar -la eutanasia-, el director logra darle un enfoque simpatizante para el espectador, pues te hace preguntarte qué haría uno en su lugar.
Creo que la eutanasia es un tema complicado, sobre todo porque toca de forma directa e indiscreta, el ego de cada uno de nosotros. Si yo estuviese en la situación de Sampedro, probablemente quisiera terminar con la agonía de vivir en un cuerpo inmóvil e inútil. Pero me costaría mucho aceptar la decisión de algún ser querido que estuviese atravesando una situación similar. Pues el dolor que sentiría sería inmenso, y preferiría su inerte existencia antes que su desoladora ausencia. Es un acto de egoísmo, pero el duelo de atravesar una pérdida significativa hiere hasta las personas más fuertes.
“La muerte no nos roba los seres amados. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo. La vida sí que nos los roba muchas veces y definitivamente.” (François Mauriac – Escritor francés)
Sin más, les deseo un buen fin de semana largo!
Tatiana